Un Fondo Común de Inversión (FCI) es una herramienta de inversión muy útil y difundida en la actualidad. Qué tenés que saber para sacarle el máximo rendimiento.
Entre las diferentes alternativas de inversión que existen en el mercado financiero actual, un Fondo Común de Inversión (FCI) puede ser una excelente herramienta si buscamos un mayor rendimiento para la plata o, también, una buena forma de comenzar con la diversificación de nuestras finanzas.
Más aún, si no tenemos el tiempo o los conocimientos necesarios para invertir en la Bolsa o en otros mercados más complejos.
Qué es un Fondo Común de Inversión
En primer lugar, definamos el Fondo Común de Inversión (FCI) como un instrumento de inversión colectiva, compuesto por diferentes activos financieros (acciones, bonos, plazos fijos, etc.).
Por ejemplo, inversión colectiva significa que muchas personas, de forma individual, colocan su plata en una misma inversión. El objetivo es que toda esa sumatoria de plata les permita obtener una mayor ganancia, que luego se repartirá en forma proporcional a lo que cada uno aportó inicialmente.
A su vez, cada FCI es administrado por un grupo de expertos en inversiones, acciones, bonos, etc., quienes buscarán alcanzar un objetivo de ganancias con nuestra plata y con la del resto de los inversores.
Las personas que participan del Fondo Común de Inversión con su plata se llaman cuotapartistas. Mientras que el especialista que gestiona el fondo se denomina Administrador de Carteras de Inversión (ACI) y es parte de la sociedad gerente.
La composición de un FCI puede ser bonos, acciones, etc.; y la suma que reciben quienes invirtieron, son las cuotas. Al hecho de comprar una participación en la torta se le llama suscribir una cuotaparte, mientras que vender esa participación se denomina rescatar.
Cómo funcionan los Fondos Común de Inversión
Para comprender cómo funciona un Fondo Común de Inversión, imaginemos que muchas personas quieren comer torta, pero nadie sabe cocinar, ni qué instrumentos e ingredientes hay que utilizar para lograr la torta más rica. Ante esta situación, todas esas personas deciden darle plata a un gran especialista en tortas, quien se ocupará de elegir los mejores ingredientes y, de esa manera, podrán disfrutar de una torta deliciosa.
Una vez terminada la torta, cada persona recibirá una porción proporcional a la cantidad de plata que puso. Algunos reciben un pedazo más grande y otros más chicos. Lo importante es que el objetivo inicial de comer torta está logrado con gran éxito: la torta final es más rica, mucho mejor que la que podrían haber realizado cada uno por separado, y a la vez todos pudieron comer como deseaban.
Un Fondo Común de Inversión funciona de la misma manera. Las personas que quieren invertir (comer torta), pero que no tienen los conocimientos ni el tiempo necesario para hacerlo bien; por lo que pueden darle su plata a un especialista que lo haga en su lugar y logre los resultados que las personas desean.
Un dato más: la cuotaparte es la forma en que podemos medir la participación de la persona inversora (cuotapartista) en el FCI. Puede estar valuada en pesos o dólares, según el fondo. Cuando invertimos, estamos comprando cuotapartes a un precio determinado, pero el precio de la cuotaparte cambia todos los días, según la variación del precio de los instrumentos que componen el fondo.
Cómo invertir en un Fondo Común de Inversión
Ahora bien, para invertir en un Fondo Común de Inversión primero debemos conocer nuestro perfil de inversor: moderado, conservador o arriesgado. Luego, tenemos que seleccionar el horizonte de inversión, o sea, cuánto tiempo queremos tener la inversión.
Qué debo tener en cuenta para elegir un Fondo Común de Inversión
Por último, si consideramos que un Fondo Común de Inversión es una herramienta interesante para nuestras inversiones, te detallamos algunos puntos fundamentales para considerar al momento de elegir un FCI:
Composición del Fondo o cartera (en qué invierte tu dinero).
Rendimiento de los últimos 6 meses o del último año.
Moneda en la que está basado el Fondo.
Objetivo de ganancias que promete.
Tiempo de rescate (qué tan rápido podés vender tu participación).
Perfil de inversor al que apunta (agresivo, moderado o conservador).
Patrimonio total (te dirá si es un Fondo grande o pequeño).
Horizonte de Inversión (plazo óptimo en el que deberías inmovilizar tu capital).
