Las estafas digitales aumentaron en los últimos años y afectan a clientes de entidades financieras. Cómo funcionan y cuáles son las mejores prácticas para proteger tus datos y tu dinero en Internet.
El crecimiento de la digitalización trajo múltiples beneficios, pero también abrió la puerta a nuevos riesgos para las finanzas personales. Las estafas digitales son cada vez más frecuentes y utilizan tácticas como el phishing, llamados falsos o mensajes engañosos en WhatsApp para obtener datos confidenciales y robar dinero.
Por eso, aprender a identificar estas maniobras y aplicar medidas de seguridad básicas, es fundamental para proteger tu información financiera.
Estafas digitales: cómo operan los ciberdelincuentes y qué métodos utilizan
Los mecanismos que usan los delincuentes digitales son variados, pero la mayoría se hace pasar por representantes de alguna entidad financiera. Suelen pedir contraseñas o información y, con esos datos, robar la plata depositada o solicitar préstamos inmediatos que transfieren a cuentas de desconocidos.
También, buscan aprovecharse de la información que los usuarios publican en redes sociales. Pueden contactarse con las víctimas con datos que estas mismas dejan en sus perfiles, falsos u oficiales, de las entidades financieras.
Otras veces, las estafas ocurren a través de llamados telefónicos. Suelen hacerse pasar por organizaciones reconocidas, inventar historias para robar datos o convencer a las personas de que hagan alguna acción. La forma de actuar más recurrente es solicitar que el usuario se acerque a un cajero automático para obtener la clave de acceso.
Consejos de seguridad digital para cuidar tus claves, dispositivos y operaciones
No te asustes, los consejos para prevenir son simples y pueden ser agrupados en tres tipos de seguridad. Pueden ser en tus claves, en tu dispositivo y en las operaciones que realizás.
En primer lugar, recordá que las claves que usás para operar son datos confidenciales. Nunca compartas con nadie tus contraseñas, token, números completos de la tarjeta ni los números que están detrás del plástico. Incluso, si parece que te las pide un representante de una entidad financiera, no lo hagas. Y cuando crees o modifiques una clave, evitá usar información personal que pueda ser fácil de adivinar (fecha de nacimiento, número de documento u otra información similar).
Respecto al dispositivo, ingresá siempre al homebanking o a través de la app oficial o página oficial de la entidad. También, mantené actualizadas regularmente las aplicaciones de tu celular para tener las últimas actualizaciones de seguridad.
En ese sentido, nunca instales aplicaciones por fuera de Play Store o App Store. Otra buena técnica es bloquear el acceso a tu celular con un código de bloqueo, patrón o algún mecanismo de biometría (cara, huella dactilar, etc.).
Para las operaciones, en tanto, desconfiá de toda comunicación que contenga links sospechosos y/o que te pida las claves u otra información confidencial para darte un beneficio a cambio.
A su vez, cuando comprés online, verificá que la dirección de la página web sea legítima y que se trate de un sitio seguro.
El rol de las entidades financieras en la prevención de estafas digitales
Por su parte, la mayoría de las entidades financieras, como bancos y plataformas fintechs, cuentan con sistema de alertas desde la app, por correo y mensaje de texto con el detalle de las operaciones hechas. Esto permite prevenir o accionar a tiempo si se cedieron datos personales sin saberlo.
